GUADALAJARA, México. Oct. 19, 2011.- La paciencia y la intensidad le han dado a México sus primeros tres puntos en los Juegos Panamericanos ante un Ecuador.
El Tri, vino de atrás con actitud y calma en un juego en el que los sudamericanos se cerraron cual secreto de estado en manos de políticos.
El Tri se paró de buena manera y destacó en actitud desde el inicio.
Sin embargo, a los siete minutos un descuido defensivo, tras un largo servicio, hizo que Luis Congo enfrentará a Jesús Corona y lo batiera.
Pero la posesión del balón y la garra estaban del lado de los mexicanos y aunque le tomó tiempo, a los 24 minutos Oribe Peralta, que atraviesa por un gran momento futbolístico, igualó los cartones con un cabezazo tras un tiro de esquina.
Con el dominio de México en todos los sectores del campo, clave de ello fueron Zavala, Bocanegra, Brizuela e Ibáñez en el medio campo, los sudamericanos sólo tuvieron una llegada más de peligro sobre el final de la primera mitad, cuando Michael Jackson Quiñóñez disparó de media distancia muy potente y Corona debió emplearse a fondo para detener el balón.
Por el otro lado, el arquero Jaramillo tuvo mucha actividad, en especial en cortar los servicios por ambos bandas, aunque pese al control de los verdes, las llegadas de peligro fueron escasas, aunque cada vez más peligrosas y desgastantes para el cuadro sudamericano.
Para la segunda mitad, el ritmo del Tri bajó, pero siempre fue el cuadro que buscó el encuentro y México llegó siempre de buena manera hasta tres cuartas partes del campo, pero Ecuador tuvo cubierto totalmente el último cuarto.
Aquella fue una labor de desgaste sistemática tanto futbolística como mental.
Con la salida de Bocanegra y el ingreso de Enríquez el medio campo siguió controlado al máximo y por fin los espacios decisivos se empezaron a dar. Peralta tuvo un par de chances frente al arquero Jaramillo en las que debió intentar tirar de primera intención, pero quiso controlar y en ambas lo desarmaron.
Ecuador, en su papel, atacó también sin prisas y siempre bajo el mando de Michael Jackson Quiñónez que con un par de disparos más mantuvo a Corona atento y al resto del equipo en guardia.
Los ataques mexicanos eran cada vez más certeros y peligrosos, como muestra Aquino y Orrantia, en la misma jugada prácticamente, probaron a Jaramillo, el primero por derecha y el segundo tras el rechace del arquero, por la derecha.
Fue a los 80', cuando por fin el desgaste permanente cobró forma y dio razón de ser a lo hecho por Luis Fernando Tena y sus muchachos.
En un tiro de esquina y tras una serie de rebotes, Enríquez con el cuerpo, quizá hasta con la mano, metió el balón a las redes tras un rechace defensivo en una jugada muy rápida.
Ecuador ya no tuvo manera de reaccionar y cargó con una derrota dolorosa, y frustrante, para su causa.
Por el otro lado, la intensidad y la actitud, unida al futbol, hacen presagiar buenos augurios, quizá hasta dorados.