El 8 de junio de 1996, Oswaldo Javier Sánchez Ibarra se puso por primera vez la camiseta y los guantes tricolores para defender la meta azteca. Hoy, 15 años después, uno de los arqueros más reconocidos en las últimas décadas en nuestro país cuelga los botines de la Selección Mexicana al cumplir su centenar de apariciones.

En sus primeros años, el arquero mexicano era tomado en cuenta como una promesa para el arco tricolor, coincidiendo su debut con el traspaso que vivió de los rojinegros del Atlas al América donde viviría una de las etapas más difíciles al permanecer en la banca prácticamente todo el torneo.

Pero la camiseta de la Selección Mexicana siempre pareció quedarle a la perfección a Oswaldo, desde el año 1993, donde fue el encargado de defender el arco azteca en el Mundial Sub-20, el nacido en Guadalajara, vivió su primer partido oficial en contra de Noruega, acompañado por jugadores que destacarían en aquella década como Jesús Olalde, Duilio Davino y Manuel Sol entre otros.

Después de ese partido ante los nórdicos en el que Sánchez no permitió anotaciones, Brasil sería el equipo que perforaría las redes mexicanas con Oswaldo como testigo, permitiendo dos goles en el segundo partido del Mundial Juvenil.

Posteriormente, Oswaldo aparecería en la convocatoria para la Copa USA en 1996, donde haría su debut oficial con la

Selección Mayor, pero su paso por la Selección no fue breve, y Oswaldo fue llevado al Mundial de Francia 1998 como uno de los relevos de Jorge Campos para los cuatro partidos que disputó el Tri.

La madurez llegaba a las manos del arquero y con 28 años de edad fue convocado a su segunda Copa del Mundo, pero para su mala fortuna siguió viendo los partidos desde la banca, mientras Óscar el “Conejo” Pérez fue titular los 4 encuentros en el Mundial asiático.

Uno de los reconocimientos más importantes a nivel de Selección Mexicana, lo obtuvo en la segunda Copa de Oro de la CONCACAF que pudo levantar, en 2003, cuando fue nombrado el mejor guardameta de la competencia regional.

Los años parecían darle a “San Oswaldo” más fuerza y liderazgo en el área, por lo que durante la Copa Confederaciones 2005 fue reconocido como el mejor guardameta del torneo, ganándole el reconocimiento necesario para ser considerado un hombre vital para el Tri en la etapa previa del Mundial de Alemania 2006.

El año más importante de su carrera fue el 2006, año en el que finalmente pudo levantar la copa con las Chivas y además logró  ser llamado como portero titular a la Selección Mexicana de Ricardo Antonio Lavolpe para enfrentar el Mundial de Alemania 2006, en el que  destacó al grado de ser nombrado el tercer mejor arquero de la justa mundialista con tan sólo cuatro partidos disputados y cinco tantos recibidos entre la fase de grupos y la eliminación ante Argentina en Octavos de Final.

La oportunidad de jugar su segundo Mundial consecutivo apareció tras haber sido borrado durante una etapa en la que más de tres técnicos tomaron al Tri, pero que finalmente tendría a un guardameta de experiencia bajo los tres postes en camino a Sudáfrica. El fantasma del 2002 reapareció en la carrera del tapatío y nuevamente, el “Conejo” fue el designado por Javier Aguirre para ser titular en el Mundial de 2010.

Ahora, 15 años después de su debut en Selección Mexicana, Oswaldo Sánchez vivirá su retiro de las canchas como arquero internacional.